jueves, 27 de febrero de 2014

Sospirs de l' ànima… Suspiros del alma…

Estas cartas nacieron de la necesidad de "re-conectarme" a mi dimensión espiritual después de un periodo totalmente dedicado a la crianza de mi hija. Buscando tiempo sólo para mí, …silencio…, cada noche escribía y decoraba con lápices de colores tarjetas con frases que expresaban experiencias que había ido integrando los últimos años. De pronto me di cuenta del largo camino recorrido…
Una noche, mientras estaba escribiendo una, sentí una vocecita interior que me decía: - "son suspiros del alma", ¡uah! ¡Cuantas veces el alma nos susurra ideas y no hacemos caso! Esta fue mi primera reacción: - "qué tonterías se me ocurren", me dije. Pero como actualmente ya soy consciente de muchas de mis conversaciones mentales, paré y me contesté: - "nada de tonterías". Decidí que aquel sería el nombre de mis tarjetas y empecé a numerarlas.
Hasta que un día mi marido me animó a que imprimiera las tarjetas como un juego de cartas y que lo pusiera a la venta: él había leído algunas y le reconfortaban ¿por qué no iban a poder gustar e inspirar a otras personas?
Así que me convenció, y estas Navidades ya tenía 100 juegos de "Sospirs de l' ànima". ¡Uf! Cuando regalé los primeros fue muy especial: tuve la sensación de compartir algo muy profundo.

Desde luego, COMPARTIR es poderoso: refuerza y nutre  a la vez, y a las dos partes, la que da y la que recibe. 
Tal como dice el libro Un Curso de Milagros, …"dar y recibir son lo mismo"…


Foto regalo de Casa Niña, de la primera vez que disfrutaron de las cartas 
en un círculo de mujeres. ¡Gracias Arianna!

viernes, 21 de febrero de 2014

Empezando de nuevo...

Después de un tiempo dedicado a la familia por entero, vuelvo a sentir la necesidad de compartir, salir "al mundo" de nuevo para aprender/enseñar… lo que la vida quiera, como siempre.

Todo es nuevo para mí: hasta hace poco, me desenvolvía en una esfera de trabajo donde todo estaba regulado, de forma que era muy fácil saber lo que podía o no podía hacer y la gente acudía a mí, no necesitaba pensar cómo llegar hasta ellos… todo cambia… hoy, estoy aprendiendo a desarrollar mi blog para llegar hasta vosotros, quizás los mismos que ya acudíais a mí, quizás otros.

Consciente de la envergadura de esta herramienta de comunicación, siento vértigo, sólo pensando que puede leer esto alguien que está a miles de kilómetros de aquí. La idea llega a bloquearme.

Para esta nueva etapa, ideé un proyecto llamado Lilah, pero ya escribiré sobre ello más adelante.


Hoy sólo quiero deciros que me emociona estar escribiendo esto. Siento como que me asomo a una ventana desde la que puede verme todo el mundo… lo peor es que ¡yo no veo a nadie!… aún…



Así pues, hola a tod@s, estoy encantada de empezar esta gran aventura y compartirla desde el principio, desde el "no sé que va a pasar".